Saltar al contenido

Sexo en el embarazo

Hablar de sexo durante el embarazo sigue siendo un tema lleno de dudas, ideas equivocadas y tabúes. ¿Se puede tener relaciones sexuales embarazada? ¿Le afecta al bebé? ¿Es igual durante todo el embarazo? En resumen: sí, se puede tener sexo estando embarazada, siempre que no haya complicaciones médicas. Pero como todo en esta etapa, hay muchos matices. El cuerpo cambia, las emociones también, y eso transforma la manera de vivir la sexualidad. Respondemos todas las dudas frecuentes, desde lo más básico hasta lo más íntimo: trimestres, posturas, deseo, sexo anal, riesgos, beneficios y esos mitos que siguen dando vueltas.

Sexo embarazo

Relaciones sexuales durante el embarazo

Si el embarazo va bien y no hay restricciones médicas, tener relaciones sexuales no solo es seguro, también puede ser muy beneficioso. El bebé está completamente protegido en el útero por el saco amniótico y el cuello del útero, y el sexo no lo afecta. Ni el coito, ni el orgasmo, ni el semen representan un riesgo. Lo que sí cambia son las sensaciones, el deseo y la comodidad a medida que avanza el embarazo. Es clave mantener la comunicación con la pareja, adaptarse a los cambios y sobre todo, escuchar el cuerpo. Existen algunas excepciones médicas en las que sí se debe evitar, pero si no es el caso, no hay motivo para renunciar a una vida sexual activa durante esta etapa.

Sexo durante el primer trimestre de embarazo

Durante los primeros meses es normal que aparezcan molestias como náuseas, fatiga o sensibilidad en los senos. Estos cambios pueden disminuir las ganas de tener relaciones, aunque en algunas mujeres ocurre lo contrario. Si no hay sangrado ni antecedentes de aborto, el sexo es totalmente seguro. El embrión está protegido y las relaciones no provocan daño. En esta etapa, la clave está en adaptarse a cómo se siente el cuerpo y explorar formas suaves de conexión, como caricias, masajes o sexo oral.

Sexo durante el segundo trimestre

Para muchas mujeres, esta es la mejor etapa del embarazo para el sexo. Se sienten con más energía, ya no hay náuseas, y el cuerpo aún no limita demasiado la movilidad. El aumento de riego sanguíneo en la zona pélvica puede hacer que los orgasmos sean más intensos y que la lubricación natural mejore. Emocionalmente también suele haber más estabilidad, lo que facilita el disfrute. Solo hay que ajustar las posturas si la barriga empieza a notarse.

Sexo durante el tercer trimestre

Aquí entran en juego el peso, el cansancio y algunas molestias físicas. Aun así, se puede seguir teniendo relaciones hasta el final. Si no hay ninguna contraindicación médica, el sexo sigue siendo seguro. Se recomienda evitar posturas que compriman el abdomen o que exijan estar boca arriba mucho rato. Es normal que aparezcan contracciones de Braxton Hicks tras el orgasmo, y que el bebé se mueva más después, pero no es motivo de preocupación.

El Kamasutra del embarazo

El embarazo no significa dejar de disfrutar del sexo, solo hay que adaptarlo. A medida que cambia el cuerpo, cambian también las posturas más cómodas. No se trata de renunciar, sino de redescubrir. Las posturas que mas cómodas nos parecen las tenéis aquí:

Primer trimestre

Con el vientre aún pequeño, casi todas las posturas tradicionales son válidas. Misionero, mujer encima, cucharita o incluso sentados. La clave está en evitar presión si hay sensibilidad o molestias cambiar de postura.

Segundo trimestre

Es fácil, hay que evitar cualquier postura que presione el abdomen. Las mejores: mujer encima (controla ritmo y profundidad), cucharita o “perrito” con apoyo. Añadir cojines mejora la comodidad.

Tercer trimestre

El peso, el cansancio se hacen notar pero, se puede seguir teniendo relaciones hasta el final. Sin contraindicaciones médicas, el sexo sigue siendo seguro. Hay que evitar posturas que compriman el abdomen o que exijan estar boca arriba mucho rato. Es normal que aparezcan contracciones de Braxton Hicks tras el orgasmo, y que el bebé se mueva más después, pero no es motivo de preocupación.

Sexo anal durante el embarazo

Si antes era una práctica cómoda y placentera, se puede mantener con precauciones. Es vital usar lubricante, evitar la presión si hay hemorroides (algo común durante el embarazo), y jamás pasar del sexo anal al vaginal sin higiene. Si hay molestias o dudas, lo mejor es evitarlo y si nunca antes lo habíais probado, quizás no sea el mejor momento para empezar con esto.

Precauciones al tener relaciones sexuales durante el embarazo

Aunque sea seguro, hay algunas recomendaciones básicas:

  • Evitar presión sobre el abdomen: especialmente en el tercer trimestre, cuando el útero ha crecido considerablemente. Las posturas donde el peso del cuerpo recae sobre el vientre pueden causar incomodidad e incluso afectar la circulación. Hay que evitar posiciones que presionen la zona abdominal y que impidan la circulación, lo ideal es optar por posiciones donde la mujer esté de lado o arriba.
  • Buena higiene antes y después del sexo: durante el embarazo, el sistema inmunológico está más sensible. Mantener una correcta higiene íntima, lavándose antes y después de las relaciones, ayuda a prevenir infecciones urinarias y vaginales. Esto también aplica a la pareja sexual.
  • No alternar sexo anal y vaginal sin higiene previa: esto puede trasladar bacterias del recto a la vagina y provocar infecciones, que durante el embarazo pueden ser más problemáticas. Si se practica sexo anal, es imprescindible usar preservativo y cambiarlo antes de cualquier contacto vaginal.
  • Usar lubricante si hay sequedad vaginal: los cambios hormonales pueden provocar sequedad en algunas etapas del embarazo.
  • Evitar posturas que causen incomodidad o mareo: algunas posiciones pueden comprometer la circulación sanguínea, sobre todo si implican estar mucho tiempo boca arriba. Si aparecen mareos, náuseas o sensación de ahogo, parar inmediatamente.
  • No practicar sexo oral soplando aire en la vagina: puede parecer una broma, pero introducir aire en la vagina puede provocar una embolia gaseosa, una complicación rara pero grave durante el embarazo. El sexo oral es seguro si se evita soplar o introducir aire de manera directa.

Cuándo no se debe tener sexo durante el embarazo

Hay situaciones en las que el médico puede indicar abstinencia sexual:

  • Placenta previa: esta condición ocurre cuando la placenta se sitúa en la parte baja del útero y cubre parcial o totalmente el cuello uterino. Las relaciones sexuales pueden provocar contracciones o contacto indirecto con la placenta, aumentando el riesgo de sangrado vaginal grave, que podría comprometer tanto la salud de la madre como la del bebé.
  • Amenaza de aborto espontáneo: si existen signos de aborto inminente —como sangrado vaginal, cólicos o contracciones antes de la semana 20— se recomienda suspender toda actividad sexual, ya que los orgasmos y las contracciones uterinas naturales que los acompañan podrían agravar la situación.
  • Pérdida de líquido amniótico: cuando se detecta una pérdida de líquido (rotura prematura de membranas), existe un mayor riesgo de infecciones intrauterinas. La penetración pueden facilitar la entrada de bacterias, por lo que se deben evitar completamente hasta nuevo aviso médico.
  • Cuello uterino incompetente o cerclaje: un cuello uterino que se dilata o se abre antes de tiempo, sin contracciones, representa una amenaza para la continuidad del embarazo. En estos casos, los médicos suelen realizar un cerclaje. El sexo está contraindicado para evitar que las contracciones o el aumento de presión interna comprometan el cerclaje.
  • Antecedentes de parto prematuro: si la gestante ha tenido partos prematuros anteriores, se considera un embarazo de riesgo. Aunque no hay evidencia directa de que el sexo cause un parto prematuro, se recomienda evitarlo como medida de precaución, especialmente si hay otros factores de riesgo añadidos.
  • Infecciones vaginales o enfermedades de transmisión sexual activas (ITS): cualquier infección vaginal activa puede agravarse o propagarse con las relaciones sexuales. En el caso de ITS, existe el riesgo de transmisión vertical (de madre a bebé), por lo que es esencial seguir las recomendaciones médicas.
  • Hemorragias vaginales sin causa identificada: si aparece un sangrado vaginal y no se conoce el origen, se debe suspender inmediatamente el sexo hasta que el profesional de salud determine la causa.

Deseo sexual durante el embarazo

Durante el embarazo, el deseo sexual puede dar muchos giros. A veces se dispara, otras se apaga por completo. Y ambas cosas están bien. Lo vivirás en carne propia: hay días en los que te sientes radiante, y otros en los que solo quieres descansar. Lo importante es entender que estos cambios son normales. No se trata de forzarse, sino de escucharse y hablarlo con la pareja. A veces una caricia vale más que una relación completa. Lo esencial es no perder la conexión, encontrar otras formas de intimidad si hace falta, y sobre todo, no culparse por sentir diferente cada semana.

sexo durante el embarazo

Además, mantener la intimidad fortalece el vínculo, refuerza la autoestima y evita que la pareja se desconecte en un momento de tantos cambios. Sentirse deseada y deseado es clave para vivir el embarazo con bienestar. Pero hay que evitar situaciones en las que se fuerza a mantener relaciones para no dejar abandonado a tu pareja, ellas pueden llegar a sentirse en la obligación y ellos deben ser mas comprensivos y empáticos que nunca.

Beneficios del sexo durante el embarazo

En la mayoría de los embarazos en los que no hay problemas médicos, el sexo esta totalmente permitido en todas las fases del embarazo y no solo eso, si no que además permitido es recomendable y tiene beneficios:

  • Mejora el estado de ánimo: durante el embarazo, los cambios hormonales pueden provocar altibajos emocionales. Tener relaciones sexuales ayuda a liberar endorfinas y oxitocina, hormonas relacionadas con el placer y el bienestar, lo que puede traducirse en un mejor ánimo y una sensación general de felicidad.
  • Libera tensiones y ayuda a dormir mejor: el sexo actúa como un desestresante natural. La relajación posterior al orgasmo favorece un sueño más profundo y reparador, algo especialmente valioso en una etapa en la que muchas mujeres experimentan insomnio o dificultades para descansar.
  • Fortalece el suelo pélvico: las contracciones musculares durante el orgasmo ayudan a ejercitar los músculos del suelo pélvico, que son clave para el parto y la recuperación postparto. Además, mantener una buena tonicidad pélvica puede prevenir incontinencia urinaria.
  • Refuerza la relación de pareja: mantener la intimidad durante el embarazo refuerza la conexión emocional, fomenta la comunicación y ayuda a que ambos miembros de la pareja se sientan valorados y acompañados.
  • Puede incluso favorecer el parto natural en el tramo final: en las últimas semanas, el sexo puede contribuir a la maduración del cuello uterino gracias a las prostaglandinas presentes en el semen, y la oxitocina del orgasmo puede estimular contracciones suaves. No es una garantía, pero sí un apoyo natural en el proceso final.

Mitos del sexo durante el embarazo

Todavía hay muchas ideas equivocadas sobre el sexo en el embarazo. No te dejes guiar por lo que puedas escuchar por ahí o leer en cualquier sitio, aun hoy en día se ven muchas tonterías en este tema. Si tenéis cualquier duda consultarlo con vuestro ginecólogo, siempre es mejor eso que quedaros con la duda. Vamos a ver los mas comunes:

  • ¿Puede hacerle daño al bebé? No. El bebé está completamente protegido dentro del útero por el líquido amniótico, el saco gestacional y el cuello uterino. La actividad sexual, incluyendo la penetración y los orgasmos, no entra en contacto con el feto ni compromete su bienestar físico. El útero funciona como una barrera natural, por lo que no hay forma de que el sexo dañe al bebé en un embarazo sano.
  • ¿Puede causar un aborto? No. Los abortos espontáneos suelen deberse a causas genéticas, hormonales o anatómicas, no a relaciones sexuales. No hay evidencia científica que relacione directamente el sexo con la pérdida del embarazo, salvo en casos de alto riesgo donde el médico indique lo contrario.
  • ¿Puede adelantar el parto? En un embarazo sin complicaciones, no. El sexo no causa parto prematuro. Al final de la gestación, el semen y los orgasmos pueden ayudar a preparar el cuello del útero si ya se está a término, pero no inducen el parto por sí solos.
  • ¿En el último mes no se debe tener sexo? Se puede, siempre que el embarazo evolucione con normalidad y no haya contraindicaciones médicas. De hecho, en las últimas semanas puede ser incluso beneficioso para favorecer la dilatación y la preparación del cuerpo para el parto.
  • ¿El bebé se trauma? No. El bebé no tiene conciencia de lo que está ocurriendo y no experimenta el sexo como algo negativo. Está rodeado de líquido amniótico, que lo protege, y las sensaciones externas no lo afectan emocional ni físicamente.
  • ¿Hay que usar preservativo? Solo si hay riesgo de infecciones de transmisión sexual (ITS). Si ambos miembros de la pareja son estables y están sanos, el uso del preservativo no es necesario desde el punto de vista de protección fetal. No obstante, si existe cualquier sospecha de infección, sí debe utilizarse.

Preguntas frecuentes

¿Cuándo dejar de tener relaciones?

Cuando el médico lo indique expresamente por alguna complicación, como sangrados, contracciones tempranas, infección o cualquier otra condición que implique riesgo. Si no hay restricciones, se puede mantener una vida sexual activa de forma segura.

¿Qué pasa si hay eyaculación interna?

En un embarazo sano, no ocurre nada negativo. El semen no afecta al bebé ni al desarrollo del embarazo. De hecho, al final del embarazo puede contribuir con prostaglandinas que ayudan a madurar el cuello uterino.

¿Qué posturas evitar?

Conviene evitar aquellas que ejercen presión sobre el abdomen, como el misionero en etapas avanzadas. También deben evitarse las que provoquen mareos, dolor o incomodidad. Lo ideal es priorizar posturas laterales o donde la mujer tenga control del ritmo.

¿Qué beneficios tiene el sexo durante el embarazo?

Mejora el estado de ánimo, reduce el estrés, ayuda a dormir mejor, fortalece el suelo pélvico y refuerza el vínculo afectivo de la pareja. Además, puede facilitar el parto si ya se está a término.

¿Qué siente el bebé durante el sexo?

El bebé puede notar los movimientos o cambios en el ritmo del cuerpo de la madre, pero no siente dolor ni trauma. Está protegido por el útero y el líquido amniótico, que amortiguan todo.

¿Y cuando la madre se excita?

El cuerpo libera endorfinas y oxitocina, hormonas que producen placer y relajación. Estas también benefician al bebé, generando un entorno tranquilo y placentero dentro del útero.

Opciones